miércoles, 9 de octubre de 2013

París en 3 días

     
La ciudad de las luces, la ciudad del amor...la ciudad. Ir a Paris y no enamorarte en sus calles de su encanto, sus edificios y el entorno que la envuelve es imposible.
Saliendo un jueves por la tarde de Madrid, puedes llegar a la capital francesa a las 22.30 de la noche. De ésta forma puedes disfrutar el viernes y el sábado enteros por sus calles y el domingo por la mañana, regresando a España el domingo por la tarde
El viernes por la mañana después de un desayuno buffet típicamente francés, con tostadas, croissants, nutella, bizcocho y todo lo que puedas imaginar, vamos al norte de París, a la basílica del Sacré Cœur (El Sagrado Corazón) en lo alto de la colina de Montmartre, desde dónde puedes ver todo París, ésta basílica fue construida exclusivamente con fondos provenientes de suscripción popular y se terminó en la Primera Guerra Mundial. La subida puedes hacerla andando desde la Opera de París y disfrutar de pintorescas placitas y calles donde la pintura, y los pintores en plena labor son el centro de atención. Después de hacer una parada en una de las terrazas de éstas calles, llegas al boulevard de Clichy, el barrio rojo de Pigalle, donde está situado el famoso Moulin Rouge, en este barrio también encontrarás multitud de sex-shops que te sorprenderán. Mención aparte merece el bar de la película “Amélie”  el Café des 2 Moulins, que se ha convertido en un punto obligado de visita para el turista.


Bajando por la calle Blanche llegamos a la Opera de París y a las galerías Lafayette, el edificio de la opera es sólo una de las sedes de la institución sucesora de la fundada por Luis XIV, la otra sede se encuentra en la Opera de la Bastilla. Desde aquí nos desplazamos en metro hasta Saint Michel de Notre Dame, donde visitamos la famosa Catedral de Notre Dame y paseamos por la orilla del Sena. Allí vemos muchos barquitos destinados a rutas turísticas o a restaurantes flotantes. El Sena se cruza por varios puentes, uno de los más famosos es el puente de los candados, donde los enamorados prometen amor eterno. Terminamos callejeando por el Barrio Latino, donde diversos cafés y brasseries invitan a descansar disfrutando de un crepe y un vino francés después de un largo día de caminar.



El sábado comienza con la visita al famoso cementerio de Père-Lachaise, dónde Jim Morrison, Colette, Orson Welles y otros muchos artistas y políticos descansan mientras curiosos y fans buscan a sus ídolos. De allí nos desplazamos en metro al Arc de Triomphe, visita obligada del turista, y en los campos Elíseos hacemos una parada en uno de los restaurantes para reponer fuerzas. Caminando hacia el Museo del Louvre, pasamos por la Plaza de la Concordia, llama la atención del turista español que en el parque no hay bancos, sino sillas, algunas de ellas con el respaldo reclinado invitando al descanso.



Al lado del Museo encontramos el Palacio Real y desde allí vamos a concluir nuestro segundo día a lo alto de la Torre Eiffel, desde donde vemos anochecer Paris y comprendemos porqué es la ciudad de la luz. en el Parque de Marte es típico hacer un picnic y cenar mientras contemplas las luces de la Torre, es una vista muy bonita y recomendable.


La mañana siguiente, antes de volver a casa y para despedirnos de París, paseamos por Saint-Germain-des-Prés, visitando los jardines del Palacio de Luxemburgo y nos despedimos de París sabiendo que volveremos algún día. 



3 comentarios:

  1. Yo estuve hace poco! y me encantó, es una ciudad maravillosa!
    besisss

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  2. Para mi es la ciudad más apasionante que he visitado hasta el momento (y van unas cuantas). Enhorabuena por tu viaje.

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    1. Espero volver con mas calma y conocerla mejor. Muchas gracias!

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