sábado, 26 de diciembre de 2020

Comer barro

Que un niño se lleve tierra a la boca puede resultar de lo más normal ya que los nenes se llevan a la boca todo lo que pillan, si además te lo cuenta Mafalda, tiene gracia:



Sin embargo, el comer barro no es sólo "cosas de niños" y al leer sobre el comer barro, lo primero que me vino a la mente fue : ¡joder, que asco!  ¡caray con los antiguos!

La historia es que en el s.XVII se puso de moda entre la nobleza española el comer barro cocido, o bucarofagia (llamada así porque se trataba de unos recipientes llamados búcaros), los motivos eran varios, podría decirse que el barro en el siglo XVII era el equivalente a la actual (añádase cualquier moda tonta de nuestros días, da igual cual)

Lope de Vega escribía:

"Niña de color quebrado, 
o tienes amor, o comes barro"

Esto es porque uno de los usos más comunes era para la belleza femenina, lograr una palidez enfermiza y cadavérica acompañada de delgadez era uno de los cánones de belleza de la época, por lo que las mujeres solían ingerir barro cocido consiguiendo así alteraciones físicas (y mentales) que eran muy admiradas entonces. Era una moda tan extendida que en las clases más bajas, las mujeres consumían carbón, yeso o arcilla para emular a la nobleza.

Para ello se usaba unas vasijas pequeñas rojizas en las que se vertía agua y al beber se iba mordisqueando el recipiente, el búcaro, un ejemplo de esta vasija lo podemos ver en la obra de Velázquez, Las Meninas.




Otro de los usos comunes de la época era como método anticonceptivo y para regular la menstruación. El barro ingerido se pegaba a las paredes el intestino provocando importantes obstrucciones cuya consecuencia (entre otras muchas) era la desaparición del flujo menstrual. Así las damas del siglo XVII ingerían cerámicas para no quedarse embarazadas. 

Según he leído, había clases de barro, los más blanditos y por ende, más recomendados para comer eran los de Portugal y México y los alfareros incluían aromas y otras sustancias en su fabricación para hacerlos más fáciles de tragar, literalmente. (Espero que esto último no sea verdad)

Había mucho desconocimiento sobre cientos de cosas, tal es así que hubo quien mantenía que comer barro facilitaba el embarazo, ya que al desaparecer el flujo menstrual, el líquido seminal tenía el camino más fácil... se cuenta que uno de los matrimonios que probaron ésta técnica fue el de Carlos II "El Hechizado" y su primera esposa María Luisa de Orleans, la cual falleció a los 25 años de una apendicitis, y sin descendencia (si sumamos 2 y 2, igual el barro tuvo algo que ver...) 

Naturalmente, la Inquisición miro para otro lado mientras el matrimonio probaba todos los medios a su alcance para lograr la continuación de la dinastía.

Como no eran pocas las bondades del barro cocido, también producía un efecto narcótico que hacía que las mujeres se "engancharan" a comer barro.

Actualmente aún hay tribus indígenas que consumen arcilla fresca mezclado con semillas y actrices de Hollywood que argumentan que es buenísimo para limpiar el organismo de metales pesados (mira, guantazos de dos en dos, hasta que salga impar 😑)

Y después de este breve relato histórico, solo puedo concluir que el porqué la raza humana sigue viva es un misterio o un milagro.





jueves, 24 de diciembre de 2020

Receta fácil del vino especiado

    Cuando estaba en Liverpool, una de las actividades de la escuela de inglés era ir a un bar a hablar. El bar era el Philarmonic, y allí nos pasábamos horas charlando y practicando el idioma un montón de extranjeros. (Quiero volver a esa ciudad...)

    Un día, vi a una compañera de Suiza beber una cosa de color oscuro que parecía una bebida caliente y le pregunté que era; me explicó que era vino especiado y que lo había pedido porque le dolía la garganta. Además me contó que era una bebida muy típica del invierno.

    La verdad es que al probarlo, me gustó y no había vuelto a beberlo - aunque todos los años pienso en hacerlo - así que este año me decidí a hacer la receta en casa, modo fácil.

Los ingredientes fueron:

1 botella de vino tinto calidad media

1 cáscara de naranja

1 cáscara de limón

2 hojas de laurel

1 pizca de nuez moscada

2 ramitas de canela

6 clavos de olor

90 g de azúcar avainillado

azúcar blanco hasta endulzar al gusto.


    Se ponen a fuego lento todos los ingredientes menos el vino unos minutos, hasta que empiecen a salir los aromas. Seguidamente echamos un poquito de vino para cubrir el azúcar y removemos hasta que éste se disuelva.

    Añadimos el resto del vino y lo dejamos cocer a fuego lento durante 30-40 minutos sin dejar de remover.



    En este punto ya está terminado, se puede consumir directamente o dejar macerar durante unas horas (máximo 24h).

Al macerar puede que se quede algo espeso por lo que no está mal añadir un poco de agua.

Y listo para embotellar y regalar o consumir. Se sirve caliente /tibio.



Nota:

Al cocer el alcohol se pierde, hay a quien le gusta echar después un poco de brandy o whisky, yo no lo hice.

Me he enterado que se vende en el Lidl, pero a mi me hacía ilusión prepararlo.