Sin embargo, los rayos solares
cada vez son más peligrosos para nuestra salud por lo que es necesario tomar
las debidas precauciones antes, durante y después de tomar el sol.
Lo primero que debemos considerar
a la hora de elegir una protección adecuada, es nuestro tipo de piel, si
tenemos una piel muy blanca necesitaremos una mayor protección que una piel más
oscura.
Lo ideal, pero casi imposible de
cumplir, es empezar a tomar el sol poco a poco, el primer día 10 minutos, y
aumentando el tiempo día a día, también debemos utilizar accesorios y medios
que nos protejan de insolaciones, como por ejemplo, gorras, pañuelos, gafas de
sol…
En cuanto a los productos que
podemos utilizar para proteger nuestra piel del sol, tenemos que tener en
cuenta que – contra la creencia de
muchas personas – una alta protección del sol no impide que logres un bonito
bronceado.
Muchas personas eligen un
bronceador o aceite de protección baja con el fin de tener un tono moreno
antes, la realidad es que tu piel se va a broncear a la misma velocidad (a
menos que uses productos que impulsen el proceso de bronceado), estos
bronceadores de baja protección, son un
error, solo se consigue estar más expuesto a los efectos del sol, tales como
envejecimiento de la piel, quemaduras solares…
Lo ideal es utilizar para el
rostro, sobre todo al principio del verano, una protección 50 y para el cuerpo
una protección 30. Los aceites no protegen del sol. Estos productos deben
aplicarse antes de la exposición al sol, y luego cada 2 ó 3 horas o después del
baño. Aunque algunos sean resistentes al agua… no está demás aplicar un poquito más de crema.
Si quieres prolongar el bronceado y fomentarlo, incluye en la alimentación betacaroteno, lo encontrarás en zanahorias, fresas y en general en los alimentos de colores muy vivos.
Después del sol, también hay que
cuidarse un poquito, hidratar la piel con tu habitual body milk o si quieres
con un aftersun; si has conseguido ese bonito tono “cangrejo” debes aplicarte
el aftersun y evitar el sol al día siguiente.
Un truquito casero para las
quemaduras es mezclar la pulpa de un tomate maduro con dos cucharaditas de
bronceado, te lo aplicas en la zona afectada y dejas que actúe 30 minutos.
También puedes aplicar agua con gas o vinagre puro de manzana, y después de dos
horas darte un baño en agua tibia.
Si eres de las que les gusta
tomar el sol durante horas, procura usar una sombrilla y evitar la exposición a
las horas del mediodía, refréscate con un bañito de vez en cuando y no olvides
hidratarte bien con agua o refrescos.
¡A disfrutar del sol!
Ahora lo veoo
ResponderEliminarun besi guapi
http://bonitayguapita.blogspot.com.es
Muy buen post :D Yo debo tener cuidado que soy muuuy blanquita!! Un besooo
ResponderEliminarhttp://debilopezlopez.blogspot.com/