Situada en la calle Santa Doradía, junto a la popular plazuela de San Miguel, nos ofrece un lugar acogedor donde pasar una cena muy gradable entre amigos o en familia. Es de esos sitios dónde te hacen sentir bien y naturalmente comer bien.
Decorado en blanco y madera, dentro de lo que suelen denominar "estilo minimalista" tiene un comedor en el interior además de la zona del bar. Tanto la clientela como el personal del local ronda la treintena.
Decorado en blanco y madera, dentro de lo que suelen denominar "estilo minimalista" tiene un comedor en el interior además de la zona del bar. Tanto la clientela como el personal del local ronda la treintena.
Resulta muy original la
presentación de la carta en una tabla de madera adornada con hojas, además
siempre tienen platos especiales fuera de carta.
Entre sus platos más típicos
podemos encontrar el cachopo de ternera cubierto con salsa de queso y setas,
pulpo a la parrilla o chipirones afogaos. Mención especial merece el cachopo de
merluza relleno de langostinos con una salsa verde, (está buenísmo…).
Postres caseros, licores
tradicionales como el orujo de hierbas, o más suaves como el licor de manzana
verde, melocotón… acompañado de un cafetín para terminar la sobremesa.
La última vez fuimos 4 personas y
cenamos acompañado por sidra:
-mejillones a la vinagreta,
- navajas,
- cachopo de ternera,
- un postre ,
- cafés y chupitos.
Las raciones son abundantes y es mejor dejarse
aconsejar por el personal del local, siempre muy atento y asesorando muy bien.
La cena fue alrededor de 15 euros por cabeza.
Se trata de mi bar favorito,
siempre que estoy en Gijón paso a verles y a que me cuiden un poco, espero que
podaís visitarlo y os guste tanto como a mí.
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